Llegan la piedra y el cemento y los ánimos se calientan. Unos 20 vecinos del precario Las Palmas en Desamparados se arman con palas para construir la calle. No hay ningún ingeniero civil, hay constructores, niños y señoras mandadas.
Empezaron a construir en julio y han tenido que palear de manera intermitente por que se les acaba el material y tienen que recoger plata para comprar más. El martes pasado llegó un camión con cemento y piedra a este lugar donde viven cerca de 180 familias.
“Es un camino que es demasiado recorrer pero se puede, se puede” Dice Anita bajo el sol de medio día. Carga un lapicero y un cuaderno en el que apunta los nombres de los vecinos que llegan a construir.
Ella es parte de la organización de vecinos y ha estado detrás de todo el proceso de recolección de fondos para poder comprar el material. Hasta el momento han hecho 4 bingos y han trabajado en conjunto con la municipalidad para financiar el proyecto.
Estas señoras cuentan un poco del proceso y lo que significa este camino para la comunidad:
Crisálida en la montaña humeante
Hace 1 año